El lobo de caledonia: La sangre del muro

Ambientada entre la Caledonia antigua y unas Highlands contemporáneas, la novela entrelaza la resistencia de los pueblos del norte frente a Roma con una investigación moderna que desentierra su legado. El hilo histórico sigue a Calgacus y a la estratega Ethne, cuya “guerra invisible” contra el imperio privilegia la astucia, el paisaje y la erosión moral del invasor antes que la confrontación directa.

Más que una historia de batallas, el texto explora la memoria como forma de resistencia: piedras, símbolos y rituales funcionan como “archivos” culturales capaces de sobrevivir a la conquista. La novela insiste en que los vencedores no monopolizan la historia: la identidad también se preserva en prácticas cotidianas y redes discretas como la Orden del Espiral Silente.

Estilo y valoración. La prosa es deliberadamente lírica y extensa, con descripciones sensoriales del territorio y de los ritos; eso potencia la atmósfera y el mito, aunque por momentos puede sentirse exuberante. Su mayor acierto está en tejer mito, historia y arqueología para proponer que la verdadera victoria no es destruir al enemigo, sino persistir en la memoria. Recomendada para lectores de ficción histórica y de novelas con trasfondo antropológico/arqueológico.